Las obras de la fase 3C se iniciaron a mediados del mes de noviembre de 2022 y está prevista su clausura a finales del próximo mes de abril.

Se trata, básicamente, de unas obras de consolidación del terreno y de aumento de su capacidad de resistencia mediante la sustitución de las arenas naturales y del relleno proveniente de frente de cantera, empleado en la primera fase de construcción del puerto en los años 70, por un pedraplén de cerca de un metro de potencia.

La sustitución de los materiales se hace para solucionar dos problemas: por una parte, se evita que los límites del material primitivo se escapen por el talud del muelle de ribera cuando hay oscilaciones del nivel del mar y provoquen mullidos y roturas del pavimento de acabado y, por otro, se incrementa la capacidad portante del terreno y se deja preparado para sustituir el actual pavimento de aglomerado por un paquete de hormigón, aglomerado de base y aglomerado de rodado de alta resistencia, más adecuado para el trabajo como zona técnica con capacidad de carga de la nueva maquinaria.

Aprovechando el movimiento de tierras de la zona, también se han puesto al día las redes de servicios (electricidad, comunicaciones, drenaje, abastecimiento, alumbrado, etc.) con la construcción de nuevos prismas, ampliando el número de báculos de alumbrado y sus respectivas luminarias para mejorar la iluminación del espacio.

Cabe recordar que los muelles de las partes nuevas del puerto se están coronando a cotas entre 15 (F2 y F3) y 25 (F1) cm por encima de las cotas de las partes aún no renovadas como adecuación al cambio climático, lo que hace que hagan falta rampas de adecuación entre las nuevas zonas y las ya existentes cuando las obras se ejecuten por fases.

Durante la segunda quincena del mes de abril se instalarán los nuevos prefabricados del muelle de ribera de hormigón post-tesado (que son una evolución de los que se pusieron en las pasarelas 100 a 600 hace unos años) y, a tal efecto, se ha formado un nuevo murete de hormigón armado adyacente al murete viejo de ribera que le dará mayor estabilidad y será el fundamento de los nuevos báculos de alumbrado de la parte de mar y de una futura pérgola fotovoltaica en régimen de autoconsumo de hasta 100 kWp. También está prevista la instalación de hasta 10 puntos de recarga para vehículos eléctricos.

El coste de las obras de esta fase 3C se ha estimado en 450.000€, y el Club actúa como contratista principal.